En el templo parroquial  de San Pedro de Almería se suceden dos instituciones católicas: la orden franciscana, instalada en dicho solar por orden de los Reyes Católicos, y la parroquia de San Pedro, erigida también de San Pablo, en un solar próximo poco después de la incorporación de la ciudad al reino de Castilla. Ambas instituciones confluyeron en el mismo edificio durante el siglo XIX, tras la exclaustración de los franciscanos y el traslado de la parroquia al templo conventual, desde entonces titulado de San Pedro, sin que se haya destruido el que ocupaba, que también se conserva con el título de San Pedro el Viejo, y se estudia en la obra.
El templo del convento de San Francisco de Almería fue uno de los principales proyectos ejecutados por el notable arquitecto neoclásico Juan Antonio Munar, discípulo de Ventura Rodríguez que desarrolló la mayor parte de su obra en Almería, sustituyendo el edificio conventual que había quedado arruinado el año 1790 por un terremoto. La planimetría publicada muestra la evolución del proyecto anterior a su edificación, completando la obra el estudio de su mantenimiento hasta nuestros días.