Tras la incorporación del reino islámico de Granada a la Cristiandad buena parte
de las fronteras de los reinos ibéricos se trasladaron al litoral, hecho que en el reino de
Granada, a orilla del Mediterráneo, ha dado lugar a lo largo de más de medio milenio de
historia a un excepcional conjunto de fortificaciones que festonea sus calas, playas y
embarcaderos con más de un centenar de instalaciones, que incluyen torres, castillos,
fortalezas, plazas, baterías, cuarteles y otras, de las que muchas perduran en diverso
estado de conservación.

Hace tres lustros el autor dedicó un extenso estudio a dichas fortificaciones y su
evolución histórica, obra que sigue siendo de consulta imprescindible, pues mantiene en
vigor sus noticias y conclusiones. Con esta nueva obra, aquel trabajo se completa con
un extenso estudio preliminar y la publicación de nuevos informes inéditos de los siglos
XVI y XVII, que confirman con nuevas referencias la importancia del dispositivo
defensivo citado, que llegó a contar con un despliegue de tropas que superaba en época
de paz más de 2.000 militares acantonados cerca del litoral para asegurar la eficacia
defensiva de dicho sector de la frontera marítima española.