En el sector meridional de la costa murciana se estableció a partir de 1765 la moderna población de Águilas, en un extremo del litoral de Lorca, sobre un solar en el que pronto aparecieron los restos de una antigua ciudad romana, acaso fundada entre los siglos II y I antes de Cristo, y probablemente titulada Aquilae, que pasaría a denominarse durante la edad media islámica como Acla-Akila-Aqila, aunque tras el abandono de la población, permaneció como un embarcadero despoblado, también denominado puerto de Lorca, que no volvería a contar con un nuevo tejido urbano hasta que Carlos III ordenó la fundación de una de sus nuevas poblaciones.
El interés de dicho enclave como refugio de navegantes ha sido constante, estableciendo para su defensa fortificaciones que rechazaran embarcaciones hostiles que pretendieran agredir o saquear dicho embarcadero.
Sin entrar en la enumeración de otras instalaciones defensivas anteriores, el año 1570 Juan Bautista Antonelli, ingeniero italiano al servicio de la corona española, y Vespasiano Gonzaga Colonna, aristócrata también italiano y gran experto en fortificaciones, propusieron la construcción de una torre de planta hexagonal, que se construiría una década más tarde; pero sería arruinada en 1739 por la artillería naval británica y sus restos destruidos en 1751 por un seísmo.
Dicha fortificación fue sustituida por los fuertes de San Juan y San Pedro, proyectados entre 1752 y 1755 por Sebastián Feringan, que actualmente subsisten.
El proyecto de fundación de una ciudad de nueva planta en dicho enclave fue encomendado el año 1765 por el conde de Aranda a Mateo Vodopich, ingeniero militar originario de Dubrovnik (República Ragusa, actualmente Croacia) proyectando al servicio de la corona española la ciudad de Águilas, entre las dos bahías existentes bajo la protección de las fortificaciones recién construidas. Para la nueva población dispuso trama hipodámica, centrada por una gran plaza abierta en el centro del núcleo urbano. El éxito de la operación repobladora fue tal que Águilas obtuvo el año 1834 municipio propio.
Respecto a la representación del puerto de Águilas la patente de sanidad emitida el 28-11-1803 aparece encabezada por un grabado circular que muestra como timbre integrado en su marco el escudo heráldico de Lorca, concedido con el fuero de la ciudad por Alfonso X el sabio el año 1271. En el siglo XVI el humanista Pérez de Hita (1544-1619) lo definió en poema épico como blasón valeroso al que:
“Dejole una llave y una espada
con un castillo fuerte y poderoso
y enzima (sic) del castillo un Rey armado
de mui (sic) rica corona coronado”.
Dicho escudo encabeza el grabado del documento sanitario de Águilas, salvo el rey saliente del castillo y la leyenda latina que aparece a menudo en la bordura de gules:
“LORCA SOLUM GRATUM, CASTRUM SUPER ASTRA LOCATUM, ENSIS MINANS PRAVIS, REGNI TUTISSIMA CLAVIS” o “Lorca, de suelo grato y castillos encumbrados, espada contra malvados, del Reino segura llave”.
No se olvide que hasta la obtención de municipio propio el año 1834, Águilas seguía siendo parte del de Lorca.
Bajo el escudo, la vista de pájaro representa el puerto o abrigo de Levante, al amparo de la fortificación doble que defendía dicho enclave, cuyo terrazgo aparenta en el grabado presentar montículos cubiertos de esparto o arbustos similares y dos aves enfrentadas.
El grabado aparece firmado con las siglas: “G.L.N. fecit”, que también figura en otros documentos sanitarios emitidos por Águilas en aquellas fechas, pero dicha autoría no ha podido ser identificada hasta ahora.
© Antonio Gil Albarracín
コメント